sábado, 14 de marzo de 2015

Humilde reconocimiento del pecado (SALMO 51 (50), 3-7

Humilde reconocimiento del pecado


 ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, 
por tu gran compasión, borra mis faltas! 
 ¡Lávame totalmente de mi culpa 
y purifícame de mi pecado! 
 Porque yo reconozco mis faltas 
y mi pecado está siempre ante mí. 
 Contra ti, contra ti solo pequé 
e hice lo que es malo a tus ojos. 
Por eso, será justa tu sentencia 
y tu juicio será irreprochable; 
 yo soy culpable desde que nací; 
pecador me concibió mi madre.


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