miércoles, 25 de marzo de 2015

Salmo 40(39),7-8.9.10.11.

Tú no quisiste víctima ni oblación; 
pero me diste un oído atento; 
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: «Aquí estoy».

«En el libro de la Ley está escrito 
lo que tengo que hacer: 
yo amo, Dios mío, tu voluntad, 
y tu ley está en mi corazón».

Proclamé gozosamente tu justicia 
en la gran asamblea; 
no, no mantuve cerrados mis labios, 
Tú lo sabes, Señor.

No escondí tu justicia dentro de mí, 
proclamé tu fidelidad y tu salvación, 
y no oculté a la gran asamblea 
tu amor y tu fidelidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario