jueves, 26 de febrero de 2015

Cuando el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere (Ezequiel 18,21-28)

Así habla el Señor Dios: 
Si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, seguramente vivirá, y no morirá. 
Ninguna de las ofensas que haya cometido le será recordada: a causa de la justicia que ha practicado, vivirá. 
¿Acaso deseo yo la muerte del pecador -oráculo del Señor- y no que se convierta de su mala conducta y viva? 
Pero si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿acaso vivirá? Ninguna de las obras justas que haya hecho será recordada: a causa de la infidelidad y del pecado que ha cometido, morirá. 
Ustedes dirán: "El proceder del Señor no es correcto". Escucha, casa de Israel: ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto? 
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por el mal que ha cometido. 
Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido, para practicar el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida. 
El ha abierto los ojos y se ha convertido de todas las ofensas que había cometido: por eso, seguramente vivirá, y no morirá.


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