sábado, 15 de noviembre de 2014

Prosperidad del que teme al Señor

Salmos 112:1-6


 
Dichoso el hombre que honra al Señor
y se deleita obedeciendo sus mandatos.


Sus hijos tendrán poder en la tierra,
y serán bendecidos por su rectitud.


Su casa rebosará de bienestar y de riquezas, 
y su justicia permanecerá para siempre.
 

Para los justos, la luz brilla en las tinieblas.
Dios es bueno, justo y compasivo.


El hombre bueno es compasivo y generoso;
 todos sus negocios los maneja con justicia,


y por eso nunca tendrá tropiezos.
El hombre justo siempre será recordado;
 
 

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